Después de haber hablado de la anatomía del músculo piramidal y haber recomendado cuidarlo mediante unos estiramientos, es el momento de hablar de un problema relativamente común derivado de hipertrofia, acortamiento o lesiones del músculo piramidal: el síndrome o ciática del piramidal.
Esta patología también se puede denominar pseudociática, puesto que, por su origen, no es un problema en sí del nervio ciático, como pudiera ser una compresión a nivel de la columna lumbar, sino que un problema en el músculo piramidal es lo que está desencadenando la ciática del piramidal.
¿Qué causa el síndrome del piramidal?
Como vimos en el artículo sobre anatomía de este músculo, el problema es que si se vuelve muy voluminoso por el entrenamiento, está acortado, contracturado o sufre otros problemas de tipo muscular, el nervio ciático se puede ver presionado por las fibras musculares del piramidal. Esto origina sintomatología como dolor en la parte baja de la espalda con irradiación a la región glútea, lo que puede hacer que se confunda, como decimos, con un pinzamiento del nervio ciático a nivel lumbar.
El diagnóstico suele venir por las pruebas físicas: varios test ayudan a comprobar que el músculo es el que provoca el problema. Para ello, se lleva a movimientos extremos de la cadera que ponen en tensión o estiramiento el músculo. Si se reproducen los síntomas (dolor, hormigueo...) es más que probable que el problema venga dado por patología del músculo piramidal.
¿Cómo se puede prevenir y tratar la ciática del piramidal?
El tratamiento suele ser a nivel conservador, Suele ser útil la utilizando medicación analgésica en caso de necesidad, y otras técnicas como reposo, cuidados posturales (corregir posturas o gestos que puedan originar o perpetuar el problema) y aplicación de hielo para aliviar el dolor (aunque algunas personas refieren más alivio con calor, depende del caso concreto).
Entre otros tratamientos, los estiramientos pueden ayudar a aliviar el dolor, y también a prevenir el síndrome. En el vídeo superior os propongo tres nuevos estiramientos, similares al que ya vimos, puesto que la idea es siempre la misma: llevar a los músculos a su posición de mayor estiramiento, y mantener ahí unos segundos.
El primer estiramiento se realiza en decúbito supino (tumbado boca arriba, vamos). LLevamos la rodilla al pecho del lado contrario, y nos ayudamos de las manos para incidir en el estiramiento. En el segundo ejercicio de estiramiento, se realiza de pie, siguiendo siempre la misma filosofía: acercar la rodilla a la parte contraria del pecho. Este ejercicio, como es normal, requiere una buena condición física, así que se recomienda en deportistas, no en personas no entrenadas.
El tercer ejercicio es en decúbito prono (tumbados boca abajo). En la posición que se observa, se deja caer la rodilla por el borde externo de la camilla, sujetando con el pie del mismo lado en la pierna contraria. Desde esa posición, se realizan pequeñas contracciones, elevando la rodilla (haciendo rotación externa de cadera, función principal del piramidal) y manteniendo la posición unos 5 segundos. En el vídeo se ve muy claro, la explicación que doy es simplemente para orientaros.
El piramidal, por su acción como principal rotador externo de la cadera, participación en la zancada, ayuda como estabilizador de cadera... Es un músculo que puede lesionarse (ya sea por desarrollo excesivo u otros problemas) en deportistas como los corredores de fondo. Por ello es interesante conocer este síndrome, saber prevenirlo y tratarlo.
Como siempre, esto no son más que unas indicaciones muy generales. En caso de lesión, o sospecha de lesión, es necesario acudir al médico y al fisioterapeuta, para que nos indiquen y practiquen el tratamiento más adecuado. Hay mucho más que contar del piriforme, pero creo que he abarcado de forma general lo más interesante del tema. Espero vuestros comentarios para dudas y sugerencias sobre el tema.
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