Muchas veces, en la sala del gimnasio o en los entrenamientos personales, me preguntan tanto chicos como chicas cuál es el mejor ejercicio para trabajar el glúteo. No sé si el mejor (¿quién decide estas cosas?), pero uno de mis ejercicios favoritos son las zancadas cruzadas hacia atrás.
¿Por qué me gusta este ejercicio? Sencillamente porque no solemos hacerlo con asiduidad, y porque las zancadas cruzadas hacia atrás trabajan la musculatura de los glúteos desde un ángulo diferente, ofreciéndonos un estímulo distinto al que le damos normalmente.
Debemos recordar que el glúteo es uno de los músculos más voluminosos y fuertes de nuestro cuerpo, por lo que es importante que le demos la importancia que merece. Hay que incluirlo en nuestra rutina de entrenamiento (tradicionalmente se entrena el mismo día que la pierna) y ejercitarlo con intensidad para ver resultados.
Una de las funciones del glúteo es la de abducción de la cadera: en las zancadas cruzadas atrás, en lugar de mover la pierna de manera en la misma línea del punto de partida, debemos cruzarla por detrás de la pierna de apoyo, intentando llegar lo más lejos posible lateralmente sin perder la técnica.
Personalmente, las suelo hacer con mi propio peso corporal, ya que son exigentes desde el punto de vista de potencia del tren inferior y de estabilidad abdominal.
Alguno puede pensar que este movimiento puede ser lesivo para las rodillas: realizándolas con el peso corporal y cuidando la técnica no tiene por qué haber problema. Os lo dice alguien con una rodilla bastante fastidiada y que sabe lo que es tener que dejar de hacer deporte por el dolor.
Probad con esta variante de las zancadas tradicionales ¡y contadnos cuáles son vuestras sensaciones!
Imagen | Mugley en Flickr En Vitónica | Guía para principiantes (I). Zancada o lounge
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