Si lleváis meses practicando el plank con constancia seguro que habréis mejorado vuestros tiempos y quizás es hora de dar un paso adelante y complicarlo un poco más. Distintas formas de progresar un plank son juntando los pies o quitando apoyos, y otra de las formas más conocidas es añadiendo elementos que generen inestabilidad, como en el caso que nos ocupa. Hoy os sugerimos añadir un fitball a vuestra rutina de entrenamiento abdominal.
La inestabilidad que nos proporciona el fitball deberá ser neutralizada mediante nuestros músculos estabilizadores: hablamos de la musculatura profunda del abdomen, incluyendo la musculatura del suelo pélvico, los multífidos, los erectores espinales y el transverso entre otros.
También debemos darle la importancia que merecen a los glúteos, que participan activamente para evitar el movimiento en esta posición. La musculatura de la zona de la cintura escapular, sobre todo los dorsales, se activa para conseguir la estabilización de la misma.
Este mismo ejercicio podéis realizarlo con otro tipo de materiales que generen inestabilidad, como el TRX o un Bosu (pero ponedlo boca abajo, con la parte de goma tocando el suelo). Cuanto más variéis vuestra rutina buscando progresiones y mejoras, más partido le sacaréis a vuestro entrenamiento.
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