A la hora de escoger un tipo de ejercicio para perder peso y evadir el estrés solemos complicarnos excesivamente. Existe una modalidad de entrenamiento que se lleva haciendo desde hace miles de años, de hecho, más que un ejercicio es un modo de vida. Con el auge del entrenamiento de alta intensidad y deportes como CrossFit todo se ha complicado mucho, y está genial que haya distintas opciones, pero hay una para los que prefieren hacerlo todo mucho más simple.
El ejercicio que podemos hacer cada día para adelgazar y reducir el estrés y la ansiedad
A la hora de perder peso influyen una gran cantidad de factores, como la dieta y el tipo de ejercicio. La dieta debe contener menos calorías de las que gastamos, de forma que el déficit calórico de la dieta se completa con los almacenes de grasa que tenemos acumulados.
El entrenamiento de fuerza nos ayudará a retener la máxima cantidad de masa muscular, además de propiciar diferentes mecanismos interesantes a la hora de perder grasa.
Una vez que comprendemos que el déficit calórico y el entrenamiento de fuerza son necesarios, tanto para adelgazar como para mejorar los niveles de ansiedad en el caso del levantamiento de pesas, añadiremos la base de la pirámide: las caminatas.
Caminar: tan fácil como efectivo
Cuando entrenamos fuerza debemos dejar un tiempo entre entrenamientos, al igual que ocurre si corremos o realizamos sesiones de alta intensidad. Sin embargo, podemos caminar por horas y horas cada semana sin importar si el día anterior hemos recorrido más o menos kilómetros.
La efectividad de este tipo de ejercicio ha sido ampliamente comprobada a la hora de adelgazar y de reducir la ansiedad. Es una tarea que podemos programar para hacerla durante un tiempo determinado, o simplemente servirnos de nuestros pies para desplazarnos a lo largo del día.
Si caminamos con cierta intensidad, la efectividad será aún mayor. El hecho de caminar de 30 a 60 minutos por día puede suponer una gran diferencia en el peso perdido. Lo mejor de todo es que se puede realizar en cualquier momento y nos sirve para desconectar, y como no, también para adelgazar. Eso sí, siempre debemos de tener presente el déficit calórico de la dieta y el entrenamiento de fuerza.
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