Las pistolas de masaje muscular para realizar terapia de percusión son uno de los últimos accesorios fitness que ha llegado a nuestras vidas, y están aquí para quedarse. Estas pistolas, que pueden ser utilizadas tanto por profesionales de la fisioterapia como por deportistas amateur, nos acercan los beneficios del masaje de descarga trayéndolos hasta nuestra propia casa.
Estas pistolas de masaje actúan de forma complementaria a nuestras visitas al fisiterapeuta y pueden ser de especial interés en épocas en las que no tenemos acceso a nuestro fisio. Hemos estado probando la pistola de masaje Theragun Pro de Therabody durante un mes y esta es nuestra experiencia y nuestras conclusiones.
Pistolas de masaje muscular: cómo se usan y para qué sirven
Las pistolas de masaje muscular son, en su forma, muy parecidas a las tradicionales pistolas de clavos. Tienen un cuerpo o mango para asirlas (en el caso de la pistola de Therabody es un mango triangular y ergonómico que facilita una buena sujeción) y una especie de "taladro" con cabezales intercambiables, que realiza golpeos a una alta velocidad.
Estos golpeos, siempre realizados en vertical quedando el "taladro" perpendicular a nuestro cuerpo, llegan hasta las capas más profundas del tejido muscular desencadenando una respuesta neuromuscular. Esto facilita, entre otros, una mejor circulación sanguínea, un mayor rango de movilidad y una más rápida recuperación muscular.
Las pistolas de masaje puedes utilizarse sobre cualquiera de los grupos musculares, dependiendo de las necesidades del deportista. La velocidad del golpeo y su profundidad dependerá del programa que estemos usando y que deberá ser adecuado a los requisitos personales de aquella persona que lo esté utilizando.
Theragun Pro de Therabody
Mi experiencia usando una pistola de masaje Theragun Pro de Therabody
Lo cierto es que había escuchado hablar de las pistolas de masaje muscular, pero nunca había tenido oportunidad de probar una, ni en casa ni en la consulta del fisioterapeuta. Sí sabía que se habían popularizado gracias, en parte a los atletas de CrossFit, y que ayudaban a la recuperación muscular de forma bastante efectiva, según sus declaraciones.
La Theragun Pro es la pistola de cuarta generación de Therabody, que promete un desempeño a un grado profesional. En su maletín podemos encontrar la pistola, dos baterías intercambiables que nos ofrecen unas cinco horas de terapia en total (más el cable para cargarlas a la corriente) y seis cabezales intercambiables para las diferentes sesiones de masaje.
Primeros pasos... y primeras dudas
La pregunta que inevitablemente te viene a la cabeza una vez tienes la batería cargada y la pistola en la mano es "¿y ahora qué hago yo con esto?". La primera vez con la pistola de masaje da un cierto respeto, ya que el taladro puede llegar a las 2400 percusiones por minuto (la velocidad es personalizable entre 1750 y 2400 PPM) y, personalmente, me daba un poco de miedo no saber colocarla en el lugar adecuado o no utilizarla bien y poder así hacerme daño.
La mejor parte de esta pistola, desde mi punto de vista, es que todas estas dudas se disipan rápidamente ya que dispone de una conexión bluetooth con la que podemos conectarla a nuestro teléfono móvil y trabajar desde este con la app de Therabody (de descarga gratuita para iOS y android).
Una vez conectada la pistola a la app, solamente tenemos que seleccionar el tipo de masaje que queremos aplicar. Podemos elegir entre un montón de masajes predeterminados, diseñados para diferentes prácticas deportivas: desde running, hasta boxeo, pasando por Yoga, Pilates, entrenamiento de fuerza, entrenamiento HIIT... Y también podemos optar por elegir directamente el grupo muscular que queremos tratar: glúteos, bíceps, espalda baja...
Una vez seleccionado el tipo de masaje que queremos recibir, la app lo envía a nuestra pistola vía bluetooth, y ya estamos listos para comenzar.
Una app en tu móvil para controlar la pistola y el masaje
Cuando hayamos seleccionado el tipo de masaje que queremos recibir, en la app se abrirá una pantalla que nos informa de la duración completa del tratamiento (que además podemos ver desglosado para comprobar cuánto tiempo trataremos cada músculo) y de los grupos musculares a tratar.
Solamente tenemos que pulsar el botón "start routine" para que la pistola comience a funcionar. En la pantalla de nuestro móvil podemos ver dónde tenemos que colocar la pistola y hacia dónde debemos moverla (la pistola debe estar en movimiento todo el tiempo, pasando solo unos segundos en el mismo punto).
La app también nos indica el agarre que tenemos que usar en la pistola para que estemos más cómodos, la inclinación que tiene que tener el taladro, el tipo de cabezal indicado para ese tipo de masaje, si estamos realizando una presión adecuada durante todo el masaje y el tiempo restante de cada fase del mismo.
En la parte inferior, y también en la propia pistola, podemos modificar la velocidad de las percusiones para adaptarlo a nuestras necesidades.
Con toda esta información en pantalla, lo cierto es que usar la pistola es muy sencillo y las dudas que había tenido en un principio quedan totalmente resueltas.
Sensaciones dando y recibiendo el masaje con Theragun Pro
Una vez explicado cómo funciona la pistola de masaje, vamos a la parte más interesante: ¿funciona o no funciona? Obviamente, este es un punto subjetivo en el que os hablo de cómo me he sentido yo, tanto dando como recibiendo el masaje.
El tipo de masaje que más he utilizado ha sido en piernas y glúteos después de mis entrenamientos HIIT y de carrera. Al ser zonas accesibles, el masaje me lo he podido dar yo misma, regulando en todo momento la presión y la velocidad de las percusiones para poder adaptarlo a mis necesidades.
A la hora de darnos un automasaje, el manejo de la pistola es sencillo. Si bien es cierto que es algo pesada, se maneja con facilidad gracias a su variedad de agarres y a la posibilidad de cambiar la inclinación del cabezal. Además, es una pistola bastante silenciosa: hace el ruido justo (algo de ruido tiene que hacer, evidentemente, pero no es algo desagradable).
Los masajes de descarga en piernas y glúteos me dejaban las piernas relajadas después de la sesión de entrenamiento, algo similar a cuando recibimos un masaje de descarga, aunque yo diría que es un poco más suave. Sí he notado una buena recuperación post-entrenamiento y, sobre todo, un menor dolor post-ejercicio (menos agujetas que en otras ocasiones).
A la hora de dar el masaje a otra persona, conté con la ayuda de mi pareja, que se presentó voluntario para experimentar con la terapia de percusión. Él practica kickboxing, entrenamiento de fuerza en la sala de fitness y entrenamiento por intervalos, así la combinación de los dos nos ha permitido tener una visión global sobre diferentes tipos de deportes, tanto de fuerza como de cardio.
Con él hemos probado sesiones de masaje específicas para kickboxing (que incluían también tratamiento de masaje en las manos), y sobre todo centradas en la zona de la espalda alta y baja y en el cuello, las zonas que más cargadas suele tener.
En su caso ha experimentado una mejora al aplicar la terapia de percusión en músculos cargados, sobre todo en la zona de la espalda alta: hemos conseguido, con una aplicación regular del masaje, liberar tensión de espalda y cuello y relajar la musculatura de forma efectiva.
En sus propias palabras "si no has ido nunca al fisio y no has recibido masaje terapéutico, es posible que el masaje con pistola te pille bastante por sorpresa (no es un masaje relajante). Pero si has recurrido a estos profesionales anteriormente, la sensación es muy similar a la que puedes tener en el fisioterapeuta con un masaje en consulta".
Los tratamientos para la espalda y cuello los hemos realizado sobre la cama, pero sí sería recomendable disponer de una camilla o de una superficie dura para estar más cómodo recibiendo (y realizando) el masaje.
Cuando he sido yo quien ha aplicado el masaje a otra persona sí que he notado algo más el peso de la pistola, a pesar de que los tratamientos son cortos. En la primera ocasión, además, después de aplicar el masaje he notado una sensación de cosquilleo y flojera en la mano que sujetaba la pistola, similar a la que he podido notar después de un entrenamiento de boxeo cuando llevaba mucho tiempo sin practicar. Después del primer día no la he vuelto a tener y desapareció a las pocas horas.
Theragun Pro de Therabody: la opinión de Vitónica
Después de un mes utilizando la pistola de masaje de Therabody tras los entrenamientos y, en general, para descarga muscular, sí que hemos podido notar una mejor recuperación y, sobre todo, menos agujetas después de entrenar. A este respecto, la pistola cumple con su cometido permitiéndonos realizar un tratamiento de masaje en casa.
No obstante, debemos recordar que la pistola de masaje de percusión para uso doméstico no sustituye ni nos exime de las correspondientes visitas al fisioterapeuta: puede actuar como un buen complemento, sobre todo en los momentos en los que no podamos acudir a consulta por determinados motivos, pero nunca sustituirlo.
La experiencia de usuario, aunque nos acerquemos de nuevas a un dispositivo como este, es sencilla sobre todo gracias a la aplicación para el móvil, que nos da instrucciones de cómo tenemos que proceder en cada caso. Con la ayuda de la app es muy sencillo realizar un masaje de percusión en casa (o donde queramos) para complementar nuestros entrenamientos.
La principal barrera de entrada para estos dispositivos es el precio, que supone una gran inversión en los modelos más "pro": una inversión en la que deberemos tener en cuenta si vamos a dar buen uso del dispositivo. En todo caso, en su página web podéis encontrar otros modelos como el Theragun Mini que tienen un precio más bajo (199 euros) y que se pueden usar como tratamiento complementario o de viaje.
Theragun Pro de Therabody
Theragun Mini
Imágenes | iStock y Vitónica