¿Cómo te gusta el café? Hay quienes lo prefieren largo, cortado, con leche o añadiendo azúcar o edulcorantes. ¿Lo has probado alguna vez con sal? Sí, es raro, pero es una opción que se ha viralizado en internet y que cuenta con el respaldo de la ciencia. La sal potencia el sabor dulce y suprime el amargo, lo que hace que si se añade una pizca de sal al café pueda minimizar ese amargor propio del café, si es que no te gusta.
Un café con sal para mí, por favor
¿Cuántos cafés te has tomado hoy? ¿Le has echado azúcar, sacarina o sal? Sí, sal. No nos hemos equivocado. La sal estimula las células receptoras del gusto y puede hacer que ese amargor típico de la bebida milenaria se elimine, sin necesidad de añadir azúcar o edulcorantes.
No cabe duda en que sabemos rápidamente cuando a algo le falta sal o esta salado. Nuestros mecanismos detectan si algo está dulce, amargo, salado... La sal resalta el sabor dulce y apaga el amargo, por lo que se utiliza en muchas ocasiones una mezcla de azúcar con una pizca de sal en preparaciones y alimentos.
Eso sí, si te gusta cocinar sabrás de sobra que el punto de sal es tan preciso que nos podemos pasar fácilmente, así que si te animas a probar a echar una pizca de sal al café, añade solamente eso, una pizca mínima. Si te pasas, el café dejará de estar amargo, pero pasará a estar salado, y eso es aún peor.
Un dato muy curioso que detallan en Mundo Deportivo, y extraen de Military.com, es que cuando los soldados cocinaban café con agua salada del mar, al no poder desalarla, notaban que el amargor del café era menor que cuando se preparaban dicho café con agua natural.
En Indy100.com explicar que en Vietnam añaden sal para darle un sabor más acaramelado a la leche condensada, o que el café ártico sueco lleva carne salada o queso.
Mensaje para llevar a casa
Que la sal potencia y suprime sabores no es nada nuevo, pero puede que nunca te hayas parado a pensar qué ocurre si combinas una pizca de sal con el café. Por supuesto, añadir leche hará una labor similar, sin los inconvenientes de excedernos con el sodio, pero puedes probar este truco para suprimir el azúcar o los edulcorantes.
Lo ideal es aprender a degustar el café con su sabor amargo característico. Una vez que te acostumbras a él, si el café es de calidad, aprendes realmente el gusto y el placer culinario de consumir café sin añadidos. Mientras tanto, y a modo de curiosidad, puedes probar, sin pasarte, y añadir esta mezcla extraña de sal y café.
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Imágenes | Nathan Dumlao (Unsplash), Jason Betz (Unsplash), Nathan Dumlao (Unsplash)
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